viernes, 13 de abril de 2012


¡Hay que tener hijos!
O no.

Los mandatos sociales nos condicionan todo el tiempo.
La mayoría de las mujeres atraviesan por una crisis alrededor de los 30, sobre todo, si no son madres.
Perdón, pero creo que esto es una estupidez.
Nos pasamos la vida luchando entre lo que queremos ser contra lo que “debemos” ser, entre lo que está bien y lo que está mal, entre lo “normal” y lo que no.
No tengamos hijos porque hay que tenerlos, tengámoslos porque los deseamos.
Ser padres es una de las cosas más difíciles y sólo el amor hace chicos felices.
Para la sociedad en la que vivimos siempre nos falta algo. Con respecto a la familia: cuando tenés pareja, te preguntan cuándo te vas a casar, cuando te casás, y para cuándo el hijo, después del primer hijo, para cuándo el segundo. Con respecto a la profesión: en la secundaria y qué vas a estudiar en la universidad, cuando estás en la facultad te preguntan si no vas a trabajar, cuando trabajas en relación de dependencia, todos quieren saber cuándo te vas a independizar y los cuestionamientos no tienen fin.
Dejemos de guiarnos por lo que los demás esperan de nosotros y seamos lo que queremos ser.

2 comentarios:

  1. porque vivimos pensando y proyectando el futuro... y nos olvidamos que la vida es hoy...
    con respecto a tener o no tener hijos es como cuando no te realizas con lo que estudiaste, te miran como si te faltara algo...

    ResponderEliminar
  2. En mi caso el no tener hijos es una decisión muy segura y que ya lleva varios años, pero increíblemente me cuesta muchísimo menos mantener mi decisión y estar segura de lo que no quiero, que convencer a algunas personas que lo mío no es un fracaso o una rebeldía sin sentido. Es solo mi decisión, porque cuesta tanto aceptarlo? Soy menos mujer si no tengo hijos? Soy menos persona, menos buena, menos útil, menos familiera? Pero bueno, de todas formas tanto no puedo quejarme porque hasta hace pocas décadas era totalmente impensable para una mujer no formar familia propia en cambio hoy podemos hacer lo que queremos y solo debemos aprender a ‘‘manejar’’ con altura estos cuestionamientos. Los primeros que no debemos exigirnos obligaciones sin sentido somos nosotros mismos, el resto se acomodara de mejor o peor forma a nuestra decisión.
    Raquel Alvarez

    ResponderEliminar

Espero sus comentarios.