¿Y
la oposición dónde está?
Elecciones
legislativas 2013, a la vuelta de la esquina.
Ya se escuchan voces de las
elecciones del año que viene, rumores de alianzas, acuerdos entre partidos,
algún político que está armando un partido nuevo.
Es necesario encontrar una oposición
fuerte, con ideales, con planes a largo plazo.
No solo porque las cosas no estén
del todo bien, si no porque se requiere de más voces y votos distintos, seguir
generando debates y opiniones divergentes, sobre todo en el Congreso.
Si no hay oposición no elegimos, nos
quedamos con lo que hay, que para mí es sinónimo de mediocridad.
Todo gobierno, hasta los mejores, necesita tener una oposición: un sector que aporte ideas distintas, que genere debate, que marque los errores y acompañe en los aciertos. Un gobierno sin oposición corre el peligro de plancharse, y eso no le conviene a nadie. Pero la oposición argentina hace tiempo que perdió el rumbo: se diluyó en un laberinto de egos cruzados, intereses personales, servilismos mediáticos y ganas de figurar pero no de construir. La oposición debería dejar acusar solo al Gobierno Nacional y mirarse un poco más al espejo: organizarse, generar propuestas interesantes y aplicables, formar militancia real (no de globos de colores como ya sabemos quién), formar líderes y cuadros políticos, temerle menos a los diarios y decir abiertamente lo que ellos suponen que hay que hacer, sin caer en la trampa de quedar bien con tal o cual medio. En resumen: tienen que volver al origen y hacer Política, con mayúscula, y no manotazos de ahogado y alianzas efímeras. Yo creo que tenemos un gobierno que merece una oposición mucho mejor que la fantochada que son hoy, mirándose todo el tiempo el ombligo y tirando tiros al aire, pero sin el menor vestigio de proyecto nacional. Por eso están como están…
ResponderEliminarRaquel Alvarez
Gran-diosa tu mirada,
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